Queda lejos el mecánico en las salas de calderas, ese profesional que debía ajustar quemadores en calderas presurizadas y se da paso al operario con bata blanca y conocimientos de regulación y control aplicado a instalaciones térmicas.
Es normal encontrar Calderas con regulación donde todos los parámetros son programables en sus centralitas electrónicas, bombas que se controlan con un mando inhalámbrico, regulación con ordenadores mediante un escada, contadores de energía.
Es hora que los mecánicos de mantenimiento se rehagan y conozcan autómatas y electricidad aplicada a las instalaciones térmicas.
Ya se acabó el tiempo en donde se ajustaban los termostatos de calderas y donde hay que permitir que las regulaciones controlen la instalación en su totalidad.
Así acabaron los “carburadores” e inició su andadura la “inyección electrónica”.
Pongamos unas buenas ideas en la gestión de una instalación térmica:
- La Regulación manda, los demás obedecen. Un ejemplo tipo es que los termostatos de trabajo de calderas deben estar al máximo de su temperatura para que no corten el funcionamiento de las calderas antes de la regulación. Esto evitará arranques y paradas continuos en la caldera con el consiguiente extra-consumo de combustible.
- La Regulación no es cosa de un día. La regulación debe ajustarse a la realidad de la instalación. Un primer ajuste es el comienzo pero ahí no acaba la regulación y control. Al menos hay que vigilar el comportamiento de la instalación durante un tiempo y volver hacer los cambios que sean necesarios para que nuestra instalación funcione como un reloj “suizo”.
- Las bombas de circulación. Las bombas de circulación hay que ajustarlas al caudal de cálculo y ajustar su funcionamiento a los parámetros de proyecto. Ande o no ande caballo grande solo llevará a malfunciones, derroche o ruidos en la instalación.
- Equilibrado hidráulico. Control de consumos y caudales de circulación. Contadores de energía, válvulas de equilibrado hidráulico o caudalímetros nos aportan información clave en la instalación.
- Limpieza de equipos. La limpieza de los filtros es clave en el buen funcionamiento de la instalación. Es obligación del mantenedor y del mecánico revisar el estado de las mallas de los filtros al menos dos veces por temporada y su mantenimiento evitará problemas en los usuarios.
- Mantenimiento integral. Obligatorio o recomendable. Encontrar instalaciones donde por “economía” se mantiene solo la sala de calderas es uno de los errores más comunes que se localizan porque la instalación térmica no solamente es la sala de máquinas, también es la red de distribución y las instalaciones interiores individuales de cada vivienda o usuario.
- La calidad se paga. En los últimos tiempos y dentro del entorno de la crisis es frecuente encontrar una competencia feroz en precios en el mantenimiento de las instalaciones con un servicio a la altura del precio, es decir MALO. Para conseguir un ahorro energético y en el mantenimiento correctivo de una instalación hay que buscar la excelencia en el trabajo y hoy en día se consigue con precios adecuados a los trabajos de profesionales competentes, hecho que se está olvidando y resulta en sobrecostes de toda índole en nuestras instalaciones.
Si quieres un resultado óptimo recomendamos al Asesor de Mantenimiento y Gestor de Energía que dirija correctamente la regulación, puesta en marcha y operaciones de mantenimiento de su instalación térmica. Asegurará el Éxito en su instalación en pro del ahorro y eficiencia energética.